Pasamos horas charlando con nuestros amigos, disfrutando del ambiente y los disfraces. Sabíamos que el momento de cambiar de escenario llegaría tarde o temprano, así que decidimos tomarnos la penúltima copa. Ya en la barra, conocimos a un chico (N) que había ido solo a la fiesta. Nos habíamos fijado anteriormente en él porque había participado en el concurso de disfraces, y nosotros éramos los jueces.
Estaba rodeada de ley y orden. Mi sherif particular que era Blur; el otro chico también iba de vaquero y nuestra pareja amiga, de policías. Yo iba de cabaretera. Una mezcla explosiva. Terminada la copa decidimos subirnos a las habitaciones y trás abrir unas cuantas puertas donde se mezclaban los cuerpos y los gemidos encontramos una libre.
No dimos ningun rodeo, habíamos subido por algo e íbamos a por ello. Iria se fue al baño y yo sin pensarlo empecé a desnudarme, Blur frente a mí comenzó a besarme con pasión. Cuando solo tenía puestas las medias y los tacones, N se acercó a mí por detrás y empezó a besarme el cuello, a acariciarme el pecho. Yo no sabía a que estimulo responder, entre los dos estaba desbordada de placer y eso que solo era el principio.
Iria regresó y ahí empezó la acción de verdad. Se tumbó boca arriba, y mientras todos le dábamos placer ella se dejaba hacer. Yo estaba centrada en su clítoris, en mis dedos dentro de ella cuando N me enganchó por detrás, previo consentimiento de Blur, y empezó a darme bien fuerte. Notaba su erección y su dureza dentro de mí y oía como Blur le indicaba que me diera más fuerte, que eso me volvía loca. No podía parar de masturbar a Blur mientras otro tio me daba por detrás. Por un momento solo pude esperar esas embestidas, no podía hacer nada más de lo fuerte que me estaba dando.
Perdí la noción del tiempo en esa posición. Seguíamos acariciándonos y besandonos. En una ocasión tuve a Blur y a Fran frente a mí, mientras Iria se empleaba a fondo con los dos. Primero se comía una y luego otra; y a veces las dos a la vez.
Luego fuí yo la que me tumbé boca arriba, después de la follada que me había dado N. Y me dejé llevar por los mordiscos en el pezón de unos y de otros, los besos, los dedos dentro de mi vagina y posteriormente en mi culito. Fran me preparó muy bien para que Blur no tuviera ningun problema en meterla a la primera y correrse dentro. Todavía tenemos pendiente una sesión de azotes por ese suceso anal. Ya sé cariño, que esa zona es exclusiva para ti...y aceptaré el castigo que me impongas.
Iria lamía mi clítoris a cuatro patas mientras N le daba por detrás. Esta vez era yo la que se comía a Fran y Blur indistintamente mientras sus manos recorrían nuestros cuerpos.
Nuestros orgasmos se fueron sucediendo como si de un efecto mariposa se tratara. Iria y yo también tuvimos nuestro ratito de soledad. Las dos en la cama, comiéndonos a besos, masturbándonos y volviéndonos a follar como la primera vez.
Disfrutamos muchísimo y fue nuestra primera vez para muchas cosas. Blur y yo no nos soltamos en ningún momento; si no era una mano, era el brazo, una caricia, unas cosquillas, una mirada o un susurro.
Después volvimos a la fiesta para hidratarnos un poco y seguir con la conversación. En el último rato conocimos a un par de parejas muy simpáticas e interesantes con las que tenemos pendiente una copa de vino y muchas risas.
Reímos, hablamos, comimos, follamos, bailamos...
Carnaval, carnaval...carnaval te quiero.